¿Por qué los jóvenes se gradúan tan confundidos del colegio?

La educación básica y media en mi país ha cambiado mucho a lo largo del tiempo. Si bien en los colegios públicos ha habido diversas mejoras con respecto a lo académico y les ha abierto ciertas oportunidades a los jóvenes que no tienen las oportunidades de acceder a la educación superior, aun conserva muchas falencias para todos los jóvenes que llegan a enfrentarse a la universidad, el emprendimiento o a cualquier tipo de adversidad que se presente luego graduado.

Si bien en Colombia no es una tendencia salir de la casa familiar después de los 18, una de las mayores razones para que esto suceda es que no están preparados para la vida adulta. Una persona a esta edad usualmente sabe poco de impuestos o de cómo y porque se deben pagar, de prestaciones sociales y mucho menos de lo que se requiere para mantener las finanzas de un hogar. Así mismo, la educación sexual, la conciencia de salud física o mental y la proyección del futuro no son temas que se hablen frecuentemente tanto en el ámbito escolar como familiar.

El enfoque que se le ha dado a los colegios está más derivado a la “educación en valores” y a las ciencias exactas, lo que crea en los estudiantes una mentalidad de que solo el mejor en lo académico tendrá el futuro asegurado. Además, si bien, los valores son importantes para llegar a ser adultos bien formados, no necesariamente los ejemplos que estos reciben son el reflejo de lo que les enseñan, lo que le genera contradicciones y respuestas negativas ante lo que se les imparte en las aulas.

Ahora entonces, lo que para mi es más importante no solo seria preparar a los jóvenes académicamente sino también para la vida, y crearles un espectro de lo que será la vida en cuanto salgan de lo que pretende ser la seguridad de las aulas de un colegio. Enseñarle a un joven como hacer un proyecto de vida, un currículo para presentarse a un trabajo, una orientación profesional para que elija una carrera o enseñarle a respetar a los demás pueden ser de mucha ayuda para que salga ubicado en lo que será su futuro.

Además de todas las falencias que existen con respecto a lo que no se está enseñando en las aulas, se ha evidenciado que una gran cantidad de jóvenes desertan de la educación media y superior por embarazos no deseados. En el país del sagrado corazón se ha creado el mito de que impartirles educación sexual a los jóvenes es incitarlos a tener sexo, cuando los datos solo han demostrado que la desinformación y la presión social es lo que más perjudica a los mismos. Si los colegios y los padres les dan las herramientas necesarias para que estos lleguen a una vida sexual a edades propicias, conscientes y protegidas, se les dará la oportunidad de acceder a más educación, mejores trabajos y vidas más sanas.

Si bien no todo es malo en los colegios puesto que se ha procurado mejoras las condiciones de los estudiantes y encaminarlos de alguna manera para que estos sigan proyectándose al salir de ahí. Impartiendo materias que les hagan no solo prepararse con conocimientos exactos, sino también, en conocimientos prácticos como lo son economía básica o finanzas para la vida cotidiana, cocina básica, defensa personal -como y cuando usarla-, tramites y procedimientos básicos en el país -como sacar una cedula, un Rut o como sacar una cuenta bancaria- y demás temas que pueden asustar a las personas que al salir de su vida académica lo aprenden con la marcha.

Ahora bien, hay también entender que los educadores y colegios no son los únicos que deben preocuparse por estas falencias que existen en la vida de los jóvenes. Es muy necesario que los padres se involucren en el desarrollo escolar de sus hijos, que los motiven a tener proyectos claros y a preocuparse por algo más que una buena calificación. Porque si bien un adolescente pasa gran parte de su tiempo en las aulas, la vida familiar influye en mayor medida en las elecciones que estos tengan y la complementación de estos dos ámbitos tan importantes hará futuros jóvenes adultos con mayores metas y posibilidades académicas.